…en memoria de la bailarina y escritora María del Villar Berruezo de Mateo (Tafalla 1888 – San Sebastián 1977)…

“Rómpase el trazo oscuro una vez más.
Que mis brazos ondulen al compás
en el solo momento en que la vida
tiene sentido, objeto, y vale ser vivida.”

María del Villar Berruezo

“Que mis pies se asemejen por lo leves
a flores de manzano
y mis manos a dos lirios de alabastro
con pétalos curvados.”

María del Villar Berruezo

“Que mi rostro rielado por la luna
tome el color de la almendra
que me parezca a Salomé La Blanca
y a Belkis La Negra.”

María del Villar Berruezo

“Que el aire se perfume de pecado
aunque cubran mi cuerpo la seda y el brocado.
Mas, si audaz un jirón de desnudez destella
que ningún ser humano piense en ella.
Porque quiero morir en ese instante
andando hacia adelante como una virgen ciega.”

María del Villar Berruezo

“O cuando álgida, en extraña armonía
–mis senos titilando como un astro–
al ritmo doloroso del violín me arrastro
entornando los ojos como si adormeciera.”

María del Villar Berruezo

“La llama que me abrasa saldrá fuera
para besarme y consumirme entera
igual que mariposa.
Porque falena soy y acabaré como ella
palpitando entre rasos, constelada de gemas
rociada de luz de oro, ágil, aleteando.
Atada a mi destino debo morir bailando.”

María del Villar Berruezo